
Pero antes de imaginarme que la gripe porcina nos regalaría ese aspecto ídem, aluciné con la idea de un sabio loco _ o sabia loca, que para el caso, da igual - que logra en su laboratorio un virus para alejar los cuerpos de los cuerpos y acercar palabras escritas y emoticones ingeniosos, en el lecho virtual.
Mmmm.
Fué concebir la idea y fantasear con una belleza 'narcisa' que frente al espejo, se produce 'al mango' para sentarse ante una cámara y un monitor, y con uñas pintadas de carmín, teclea los detalles mínimos de abrazos carnales, besos abiertos, cortejos amorosos que, via internet, llegan a la sensibilidad pensante de otro ser virtual, que jamás de los jamases sentirá el contacto fisico, el perfume de una creciente intimidad-de-dos, la mirada profundizada en pupilas dilatadas y nocturnas, reluciendo a la luz de velas aromatizadas.
¿Suena cursi?
Jejejeje.
Prefiero el amor mas cursi antes que los requiebros verbales de unos renglones chathisteric.
Sigo con la imagen del virus envidioso de los humanos corporales, en el aire del planeta, separando brazos y bocas, infundiendo distancias...
Las distancias nunca son buenas, ni las obligadas ni las fingidas...
ResponderEliminarCoincido contigo, el virus porcino, el peor de todos es el del egoísmo
Te dejo un abrazo.
Alicia
Coincido con tu interpretación, Alicia, y retribuyo tu abrazo y tu visita.
ResponderEliminarEs lo que tienen las epidemias y sobretodo la de la estupidez, que ayudan a que cada vez estemos los unos más lejos de los otros...
ResponderEliminarTe libras que me pilla esta pantalla por el medio jajaja. Un abrazote
jajaja, maldita pantalla. Un abrazo.
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