viernes, 27 de marzo de 2009

Orgía nocturna


Permanecían juntas y multicolores para que cuando llegara la noche borrando alambrados por el campo
no las reconozca tierra, aroma floral, atmósfera, rutilante sol del equinoccio...
y que siga la noche su camino de centauros enlutados hacia los párpados de los insomnes
sin adeertir sus cálices de azúcar rubia, sus tallos con sangre verde, esas cadencias de corolas violetas, celestes y anaranjadas
con que ellas, hermanas de los tréboles salvajes, abandonaban el vaso de vidrio y se iban coquetas,
con una sonrisa leve y gineceica alrededor de los estambres vibrátiles repletos de soles.

2 comentarios:

  1. Lo he leído ya varias veces y cada uno con un aroma distinto, intenso y precioso.. Un ramillete de besotes recién cortado

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  2. qUE MAravilla ese regalo. Y la percepción suya tan particular, el mundo de los aromas, todo un agrado para un siguiente poema, creo. Mmm. Abrazos multicolores.

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