sábado, 1 de enero de 2011

Dos extraños

Tu aparente desenfado


interesó a muchas almas solitarias,


yo entonces terminaba mis estudios de magia blanca


y fuiste un conejillo delicioso




blanco y sensitivo




a mis impulsos de bestia hembra


humana hasta en tu diagnóstico:


- Conquistable, disfrutable, olvidable...




Cuando te convertí en 'el payaso de mi circo privado'




como dice la canción de los españoletes.


te volviste reacio al humor, incisivo y filoso como un bisturí mal afinado.


Para entonces


la soledad había hecho lo suyo


en el centro de donde antes decías


se podía hallar 'un  corazón de buen soldado'




Yo miraba a mi propia 'yo indisimulable'


No me interesaban tus débiles embates






Y la verdad, ganas no había de jaurías


desatadas y lunas de hambre








Un hombre solo es un felino que el 


tiempo va puliendo 




con espátulas de plástico


sin planos de interiores


y con fachadas de burdo maquillaje siglo xx


Qué pena tan inútil saber que perdiste lo más profundo de tus pleuras


respirando un aire que no era el que buscaste.






Yo sigo los atajos imprevistos 


nunca me gustó ir por planos de castillos falsos


empotrados en alambres,


Quedo o sigo, da igual, me gusta permanecer


transitando bocacalles,


sin miedo a que en  una esquina


se aparezca nuevamente


'el sueño romántico' que enmarcara a la perfección,


un fraude (mas) de esos amores que por largos (o por raros)


no encontraron mas sendero


que un muro en blanco...

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