viernes, 9 de enero de 2009

alada ambidiestra

La tierra no ha sido un sitio hospitalario para ninguno de los seres con membranas en la espalda. Por éso algunos mutaron fortaleciendo ambas alas con algas y piel de calamares. Tampoco les fué muy bien ya que al desplegarlas, sentían violentos tirones en sus pulmones y se les hacía dificultoso respirar: Fué un proceso lento e incierto, aprender el ejercicio de erguirse sobre sus dos plantas, iniciar un planeo terrrenal y esperar siglos de vida, hasta que los primeros brotes de libertad, inicien su feroz ejercicio de rotas cadenas, de tregua en la sangre, de ternureces bajo un cielo de fuego y astillas humanas.

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