La luna tiene dos carros de fuego
rodando
silenciosos por el mediocielo
de las noches que fueron, y las noches que anunciamos
en nuestros ojos
-decía mi tía cuando niña-
Aprende a pecar bien ahora
repetían los habitantes
de la casa obscura.
La sangre es de buena tinta
y bien pueden grabarse
en runas, la historia de amor
que inventes esta noche
para dormir arropada de silencios y monstruos que trinan.
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