En el pueblo de Yoro llueven peces, decía Eduardo, según le había contado su amigo exiliado en Centroamérica. En otros lugares del mundo, mas grandes y productivos, llueven ácidos, sulfuros y malanoche, pienso...
Así es, mi estimada Mirian: El amigo de Eduardo Galeano, nuestro querido y genial escritor latinoamericano, se sentía acribillado de paces cayendo entre el agua torrencial del trópico... Bendita sea América que también nos povee de peces. La explicación científica es bien simple: las huevas suben entre el vapor de agua de una fuerte evaporación y alla, entre las nubes, devienen alevinos que se precipitan con las torrenciales lluvias de Centroamérica. Todo un regalo para quien estaba indocumentado y exiliado en Guatemala durante la dictadura militar sudamericana.
Sí, en realidad que lluevan peces es todo un regalo.
ResponderEliminarun abrazo
MArian
Así es, mi estimada Mirian: El amigo de Eduardo Galeano, nuestro querido y genial escritor latinoamericano, se sentía acribillado de paces cayendo entre el agua torrencial del trópico... Bendita sea América que también nos povee de peces. La explicación científica es bien simple: las huevas suben entre el vapor de agua de una fuerte evaporación y alla, entre las nubes, devienen alevinos que se precipitan con las torrenciales lluvias de Centroamérica.
ResponderEliminarTodo un regalo para quien estaba indocumentado y exiliado en Guatemala durante la dictadura militar sudamericana.
Una lluvia de peces nos devuelve a nuestra esencia más fundamental.
ResponderEliminarBesos mi querida Mai, se le quiere montones
mmm, que linda visita la suya, mi estimada hija pródiga-poética. Aquí también se la quiere igual...
ResponderEliminarOriginal lluvia aunque si hay que escoger me quedo con la de café que cantaba aquel...
ResponderEliminarUn chubasco de besotes
Ojala que llueva cafeeeeeee, ay, que bello tambien, peces oscuros de café, y perfumados de invierno... Besos
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