
Le odiaron por atrapar dunas movedizas
arrojarse de lo mas alto de su orgullo
y lamer los caminos desordenados de emboscadas.
Detestaron esa forma de amar a contramano
su delirio por la piel de memorias enlutada
sus manos hurgando la hermosura oculta.
Nadie sospechó entonces
que el amor era la culminación
de tanta carrera vana, de tanto desencanto organizado...
Ah, el amor desmembrado por los suelos
desangrando su rosa carne
su aroma a sándalo blanco,
piel puesta al envés
de tanto beso.
Summa de redenciones;
salamandra de finas manos.
A.B.I.
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