lunes, 23 de marzo de 2009

Y sin embargo, vuelan...

Vuelan de a parejas, para que el ojo urbano no los confunda con misiles supersónicos...
Nadan el aire
para enseñar a los niños humanos que la Nada también sostiene.

Inventan idiomas, para divertimento de su propio oído, porque sí.

No usan los sonidos para llenar el espacio.

Están aqui para enseñarnos a vivir, pero no lo saben y ese es el milagro que no terminamos de aprender.

4 comentarios:

  1. Me recordó a uno de mis primeros poemas que se llamaba "Los delfines también pueden volar", algo insólito, quizás, para el resto de los mortales, pero no para usted y yo... ya sabe... Muchos besos, la quierooooo

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  2. Ainsss esa no soy yo, pero fui yo... besos!

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  3. Muchas gracias, Claudia, usted también sabe acerca de la magia de los vuelos 'imposibles' Hemos sido ellos, quien sabe...

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  4. Mi querida hija, fuimos en el amnios un vuelo en el sol materno y ahora depende de las alas o aletas que encontremos entre el polvillo cósmico donde navegamos, Un abrazo-

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