domingo, 15 de febrero de 2009

De cómo los balbuceos humanos...


Nihilis capturaba lágrimas en plena aparición.
Los centinelas lloraban a escondidas detrás de sus fusiles boquiabiertos.
Los corderos sollozaban sin un balido.
El lobo sorbía su llanto en el que diluía vitriol y luego se fingía envenenado para asustar a Nihilis.
La colombina con su pierrot reían hasta el descalabro y el escalofrío,y sus lágrimas detonaban el silencio produciendo un enorme revuelo de aguas recién nacidas:Así el mundo se llenó de llantos rientes o de risas llorantes y la gente se olvidó de clasificar sus emociones...
A.B.I.

6 comentarios:

  1. ...perfecto debemos sentir sin clasificar, el tiempo nos ordena y devuelve los sentimientos y emociones en una abstracta medida... pero olvidar?... ¡olvidar nunca!... y si no, vitriol para el lobo y que se muera de pena...

    beso, besos, colombina con alas...

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  2. jaajaja es verdad eso, lobo, tiene razón.

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  3. este es el tan mentado mar de lágrimas!!!
    un beso

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  4. Muchas gracias, Claudio, te visito ahora mismo, espero sigas entrando a mis habitaciones. Un abrazo.

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  5. Mi estimado sonoio: navegaremos mares de lágrimas si de no olvidar se trata... Y con los Berlusconis, vitriol si fuera necesario. Un beso alado.

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  6. Pase a saludarla a estas, sus sagradas habitaciones, regresando un poco, quedandome otro... la dualidad querida madre... pero ya se me pasará.
    Muchos besos

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