'Yo descansaré pronto y tú andarás eternamente. Apenas dichas por cristo estas palabras, Anshevero empezó a caminar. Nada podía detenerlo. Al cabo de dos siglos decidiò morir y advirtiò con espanto que le era imposible. Se lanzó a las mas terribles batallas, mezclándose entre los combatientes, cuidò a los apestados y a los leprosos, probó los mas rudos y los mas sutiles venenos. Pero era invulnerable a todo. En su desesperación trepó hasta la cima del Etna para arrojarse a las llamas, pero enfurecido, el volcán lo arrojó lejos de sí. Arrebatando la espada a un soldado, se hirió salvajemente y la sangre apenas goteó de la herida abierta. Recorre los desiertos y las selvas pero los tigres y los leones huyen al verle. Todos reúsan darle asilo y apiadarse de èl. Solamente una religiosas, viéndolo tan maltrecho se apiadan y rezan por él. Gracias a esas horaciones, logra algunas horas de tregua pero debe reiniciar la marcha'. Frag de 'Vampirismo y Licantropía' de Rmon Hervas.
** Cuando la historia de los humanos se da vuelta como un guante, resultan atroces y formidables mitos en la búsqueda de una mortalidad que jamás llegará.
La inmortalidad tiende sus trampas, subrepticiamente, pienso y me vuelvo a dormir. entre árboles eternos e insectos solidarios que van cediendo su vuelo bajo.
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